lunes, 8 de marzo de 2010

A tu partida al cielo . . .

En el silencio de una tarde triste, te vi partir y te llame y no respondiste, me conforme tan solo con mirarte, mi corazón nada podía decirte, en mis labios fallecían las palabras, no podía contenerme, mas trate. Y sin saberlo de mis ojos una lágrima se desprendió, no podía creer que esto me estuviera pasando a mi. Tu presencia en nuestro hogar nos trajo muchas alegrías y sonrisas, ahora la calma me confunde tristemente. Triste anochecer tuve, cuando supe de tu partida, gran dolor en mi corazón me causaste, por tu desconsolada ida al cielo.

“Yo les di mi amor, ustedes recuerden la alegría que me dieron, le doy gracias a cada uno de ustedes, por el cariño que me brindaron, pero ahora tengo que viajar sola. Si necesitan llorar, lloren, pero dejen su fe en manos de dios y que sea el quien los conforte en el dolor que le he dejado, solo estaremos separados un tiempo, pero mantengan mi recuerdo en sus corazones. La vida sigue adelante, no estaré lejos, si me necesitan, piensen en mi, aunque no me miren, ni me puedan tocar, estaré entre todos ustedes y sentirán mi calor de mi amor en sus corazones, tengo muchas cosas que hacer y ver desde el cielo, no se aten por sus lagrimas”

En memoria a la Sra. Martha Hernández que en paz descansa.

1 comentario:

Clausy dijo...

Muy bonito....
Siii....suele suceder, a veces me siento muy mal, pero otros dias son tranquilos y los disfruto al maximo! =)!!